Expertos en educación españoles Carles Suero y José Luis Pastor explican cómo deben abordar los profesores clases a distancia debido a la pandemia de covid-19, y recalcan que es un error intentar reproducir los hábitos escolares de forma exacta a lo que se hace en la sala. Por ello entregan diez recomendaciones a los pedagogos de cara a esta nueva relación con sus estudiantes.
Es muy probable que durante todo este año los escolares deben aprender a distancia, debido a la pandemia de coronavirus. Y acostumbrarlos a ellos y a los colegios a asumir este sistema de “tele-educación” no es algo simple, y es natural esperar errores en su desarrollo.
Los profesores y expertos en tecnología educativa españoles Carles Suero y José Luis Pastor -avecindados en Chile e integrantes del proyecto Educaria Zig-Zag– señalan que el foco en las clases debe estar en la calidad y no en la cantidad. Y que se deb aprovechar el contexto mundial para impartir contenidos y asegurar que los estudiantes sigan en contacto, a pesar de no estar juntos en la sala de clases.
“Cuando en España el número de infectados creció exponencialmente y se decretó el confinamiento, el sector educativo empezó a hacer peticiones para empezar a trabajar en línea de forma casi inmediata. Y se perdió el sentido común. Todo el mundo se puso a producir, a dar instrucciones, a sobreexplotar a los estudiantes, y a llenarlos de información y tareas. A la semana comenzó a bajar el nivel de ansiedad”, señala Carles Suero, quien hace un mes estaba en Madrid y presenció el drástico cambio educativo en su país por el coronavirus.
Experiencia en Chile.
“Lo que está pasando en Chile es que algunos colegios están intentando reproducir exactamente lo que se hace en el día a día, con horarios estrictos, con niños colapsados de tareas. Y eso es un gran error. No es posible replicar de manera idéntica una actividad presencial cuando se hace de forma remota… Chile es un país muy normativo y se quiere llegar a la totalidad de los contenidos escolares, cuando no sabemos lo que va a pasar. Hay que enriquecer los procesos de aprendizajes y las habilidades de los estudiantes, pero no intentar hacer clases normales como si aquí hubiera normalidad”, añade José Luis Pastor.
Los expertos precisan que las claves educativas para este periodo son realizar una eficiente selección de contenidos y mantener un expedito canal de comunicación con los estudiantes. Además, enviar actividades adecuadas y que se puedan hacer en casa, no enviar lo mismo que se iba a hacer en la salón de clases. Y agregan que deben primar el sosiego y la calma para preparar los materiales y no buscar soluciones inmediatas de un día para otro, porque eso muchas veces busca cumplir más con los apoderados que con los niños.
Ambos prepararon un decálogo para los profesores con tips para impartir clases virtuales, que busca mantener la continuidad de las clases con calidad y la cercanía con el estudiante.
1.- Menos, es más
No hay que caer en la histeria ni sobredimensionar las tareas para los estudiantes. El sentido común nos indica que pocas actividades relevantes son mejor que una gran cantidad de tareas mecánicas y fuera de contexto.
2.- Invertir tiempo en calidad y en instrucciones, no en la cantidad de actividades
Los docentes deben entregar instrucciones claras, actividades con sentido e indicaciones precisas de evaluación, y también controlar los tiempos de entrega.
3.- No sobrecargar con trabajo pedagógico a las familias
No hay que asumir que los padres y apoderados están disponibles para apoyar en el proceso de aprendizaje. Muchos padres están trabajando desde casa, preocupados por tener su sueldo a fin de mes. Hay que intentar que los estudiantes realicen las tareas de forma autónoma.
4.- Aprovechar el contexto actual es muy rico educativamente
Aunque el mundo entero se encuentre en crisis, el escenario es propicio para generar vínculos a favor de los aprendizajes. Los estudiantes están receptivos para analizar gráficos, hablar de biología, de infecciones, de economía, de responsabilidad social, etc.
5.- Integrar los dispositivos clásicos y universales
No hace falta sobrecargar el uso de internet, más aún si consideramos que el teletrabajo se instaló en muchas casas. Los profesores deben incentivar el uso de medios tradicionales como la prensa escrita, la radio, la televisión y los libros pedagógicos.
6.- Evitar metodologías sincrónicas. Hay que simplificar
La sincronía es muy exigente desde lo tecnológico, pues supone una coordinación exacta por parte del docente, de los estudiantes y de las familias. Hay una alta probabilidad de que algo salga mal.
7.- Centralizar las tareas del estudiante con el resto del equipo docente
En un mismo curso intervienen distintos profesionales, los que deben estar altamente coordinados para que las tareas, de cara a los estudiantes, tengan lógica y coherencia. Invertir tiempo trabajando con este equipo antes de bajar las actividades a los estudiantes es clave
8.- Centrarse en el feedback
Aunque sean pocas tareas, es muy importante invertir tiempo en conversar con los estudiantes, para que se sientan escuchados y contenidos a pesar de la distancia. Más que nunca hay que prestar atención a las dificultades que ellos puedan tener.
9.- Fomentar el vínculo entre los estudiantes
Se debe propiciar el contacto educativo entre los estudiantes. No perder el trabajo en equipo, pese a las barreras que pone la distancia física. Ellos necesitan seguir en contacto.
10.- La humanidad es hoy más importante que lo académico
Los estudiantes necesitan sentirse acompañados y seguir teniendo a personas de referencia, como los son sus profesores.